Lost in my mind

Lost in my mind
La Fleur

martes, 16 de agosto de 2022

Alef


Sigue el camino,

despunta el alba 

A lo lejos se escuchan los trinos. 

Ya no hay hojas secas. 

Reviven los colores. 


Corriendo entre la hierba 

voy como pájaro herido 

queriendo tomar vuelo 

y me hace falta respirar el aire del cielo


Voy como cantando, como flotando. 

Entre las nubes, 

el cielo es eterno 

El sol en mi cara y ya no piso el suelo. 


Vuelo tan alto que las barreras se quedan abajo.  

Nada me alcanza. 

El paraíso me llama. 


Mi mente se encuentra en blanco 

en el éxtasis que parece eterno de esta calma. 

Mi cuerpo no pesa y siento profunda paz.  

Me siento envuelta en la calidez de una mano.  

Veo mis venas iluminadas y destellan a través de mi piel. 

Veo respirar los árboles y siento que voy a nacer otra vez. 


Abro los ojos y estoy cayendo en lo profundo de un inmenso azul 

Hay agua en mis pulmones y todo parece estar bien. 


Mi mente está saltando entre una realidad y otra.  

Entre el paraíso y la tierra. 

Entre la claridad y la oscuridad. 

Entre la vida y la muerte. 


Nada es como lo conocía.

La flor que reverdece contra todo pronóstico y nace de una roca. 

El agua en mis pulmones me mantiene viva

Y ya no he necesitado dormir. 


El mundo es eterno;

La vida es un sueño;

La gente desaparece

Y una lágrima rueda mejilla arriba. 

Sangre brota por los ojos. 

Llanto rojo atraviesa mi piel y se evapora. 

 

Mi piel se eriza de solo pensar. 

Las pupilas dilatadas. 

Y ya no quiero regresar. 

Ruinas

Así como el huracán que arrasa con todo a su paso, 

miro solo destrucción a mi alrededor. 

Solo quedan ruinas y las cenizas donde alguna vez hubo vida. 

Así llegaron a quitarme todo y el único al que amaba. 


¿Qué me queda ahora que ya no queda nada?

¿Cómo sigo o cómo lo reconstruyo?

¿De dónde saco fuerza, Dios mío, si ya no tengo nada?


Ni risas, ni llanto, ni agua, ni viento, ni vida, ni pasto;

Hasta la lluvia se fue

Y el aire que aquí se respira, sofoca. 

Huele a muerte en el ambiente 

Y no veo más allá de este humo que me nubla y me amarra. 


Un grito ahogado en llanto que no se escucha. 

La boca seca y los ojos arden 

El pecho quema, 

ya no siento el dolor de las llagas en la piel porque el vacío es más grande y me consume. 


¿Por qué te has olvidado, Dios, de tu pueblo?

¿Por qué tu mano bondadosa no intervino por nosotros?

¿Acaso no somos tus hijos?

¿Acaso no somos todos a tu imagen y semejanza?

¿Eres un Dios destructivo?

Si la maldad existe, ¿acaso es que tú eres maldad también?


Ayúdame a seguir y dame fuerza. 


No veo más que la sombra de esta guerra. 


Sombras envuelven mi mente y tengo miedo de mi.